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domingo, 1 de mayo de 2016

Tener miedo no significa necesariamente ser frágil.

Al fin y al cabo no podemos etiquetarnos como personas fuertes o débiles, sino que nuestras reacciones, nuestras sensaciones, nuestros sentimientos y emociones son productos de la realidad del momento en el que vivimos.

En ocasiones, ante situaciones aparentemente sencillas nos derrumbamos. En esos momentos podemos decir que nos encontramos en un momento bajo (de fuerzas, de autoestima, de vitalidad...), como los virus que entran en nuestro cuerpo sin parar cuando nos encontramos más bajos de defensas.


Tener miedo es necesario.

Sin él no presionaríamos el freno de nuestro coche ante cualquier peligro inminente. Sin él no pondríamos las manos en el suelo si nos tropezamos y caemos. El miedo es parte de nosotros, es parte de la vida y nos hace crecer como personas.
El problema es cuando la sociedad se empeña por inculcarnos el miedo como un anti-valor, como algo negativo con afirmaciones del tipo: “eres un/a miedica”, “eres un/a llorón/a” y utilizamos la palabra “decepción” con una facilidad aterradora: “Me has decepcionado”, a pesar de que nunca explicamos qué es lo que esperamos de los demás para que “nos decepcionen”. He aquí una de las tantas leyes de vida que tengo: Nadie te decepciona; te decepcionas tú misma por esperar demasiado de los demás. De este modo la sociedad es injusta con las personas o mejor dicho, las personas somos injustas con nosotros mismos: creamos ideales de belleza imposibles de alcanzar, ideales de familia imposibles de encontrar, ideales, ideales y más ideales… para luego frustrarnos si no conseguimos ser como el resto del mundo quiere que seamos o, peor aun, frustrarnos si tenemos que cambiar nuestra forma de ser para ser de otra forma sin sentirnos cómodos con el nuevo cambio. Para luego frustrarnos por decepcionar a los demás y, por tanto, decepcionarnos a nosotros mismos... continuamente.


Definitivamente el mundo no está hecho para personas sensibles.


sábado, 8 de agosto de 2015

Ser vivo / Estar vivo.

Ser persona implica tantas cosas...

Se queda corta la explicación del ciclo de la vida de un Ser Vivo que nos dan en los libros de Conocimiento del Medio de Primaria.

No es simplemente nacer, crecer, reproducirse y morir, es más que eso.

Ser vivo o, mejor dicho, estar vivo implica infinidad de procesos: caerse, levantarse, reír, llorar, amar, creer, imaginar, sentir, soñar, alimentarse, interesarse, emocionarse, ilusionarse...
Así podríamos estar durante horas. Viendo cada uno de los procesos que realizamos por el mero hecho de ser personas, y aquí seguimos, sin darnos cuenta de la belleza de la complejidad que supone estar vivos.

Y aquí seguimos, quejándonos de que nos falta el sueño, de que tenemos que estudiar, de que tenemos que hacer un millón de cosas, de que la persona a la que amamos no nos ama, de que no somos felices, pero no vemos que tenemos entre las manos una gran oportunidad de llegar a donde queramos, de experimentar toda una vida, de viajar, de conocer...
Cierto es que nadie nos podrá quitar esos momentos complicados, esos momentos en los que solo queremos permanecer en la cama y llorar, pero de nada sirve mantenerse en esa postura. Como bien dicen: "después de la tormenta siempre llega la calma". Y saldrá el arcoiris.

No voy a negar que saldrá muchas veces a lo largo de la vida pues, como sabéis, esta no es color de rosa. Muchas veces caeremos, muchas veces nos tropezaremos... pero no sabéis la satisfacción de resurgir, de coger impulso desde el fondo del pozo y alzar el vuelo...

Si al fin y al cabo la felicidad es relativa, ni tampoco es cierto que estamos aquí para ser felices, si no es para ser felices haciendo felices a los demás. Nadie sabe lo que es la felicidad, siempre nos faltará algo siendo esto, tal vez, lo que debemos comprender: no existe un estado de felicidad permanente, no existe la felicidad perfecta, debemos ser felices dentro de nuestras posibilidades y crear nuestro propio concepto de felicidad que se aleje del materialismo de la sociedad actual, que tenga que ver con procesos mentales libres de cualquier obsesión, libres de mentiras, de ataduras, de hipocresías, libres de odio y de rencor. Debemos crear un concepto propio en el que la felicidad sea aquello con lo que convivimos y que engloba todo lo que somos, sin pensar en lo que no tenemos o lo que nos gustaría tener...

No sirve de nada complicarse, intentar crear lazos afectivos con personas que minan tu moral o intentar aparentar ser algo que no eres, ya que quien te quiera en su vida debe hacerlo por ser como eres, no por ser como tú dices que eres o por cómo eres cuando estás con los demás...

Chicas, chicos, quien lea esto, una última reflexión del día:

Con lo bello que es vivir y a veces nos empeñamos en estar muertos en vida.

miércoles, 24 de junio de 2015

...

Cada día pasa más tiempo y yo me siento más inútil.

Debo decir que cuando el tiempo pasa como si estuvieras muerta, simplemente te entran ganas de estarlo. ¿De qué sirve estar así si tu corazón late porque tiene que latir?

Late, sí, pero sin fuerzas, sin ganas de seguir.

domingo, 24 de mayo de 2015

Comprenderás

Comprenderás, entonces, que hoy escriba con la sangre derramándome; con las lágrimas cayendo por mi rostro, como otras tantas veces me viste.
Comprenderás. ahora, que busque desenredar lo que algún día se enredó dentro de mí. Que por los rincones de mi ser busque respuestas a preguntas que no me dejaste formular.
Sé que a veces hay preguntas sin respuesta, pero ojalá al menos me dijeras eso. Ojalá al menos al darte la vuelta en el viaje que emprendiste aparentemente sin retorno pudieras responderme algunas de ellas.
Dicen que tarde o temprano pasará. Que todo volverá a su sitio. Que el tiempo lo cura todo.
Pero todo es mentira
He buscado comprender tantas cosas inexplicables que me siento tan inútil en un mundo donde la gente viene y va y da igual todo. Un mundo en el que la hipocresía se hace visible en cada sitio al que vayas; un lugar en el que la sinceridad brilla por su ausencia y en el que el hecho de dejar hablar a los demás y aportar su punto de vista, perspectiva u opinión pareciera más un delito que un derecho.
Se empeñan en decir que no hay nada que entender, que las cosas son así pero, ¿por qué? ¿por qué pagamos siempre justos por pecadores?
Y es que nadie lo entiende por mucho que digan que sí, ya que cada uno vive su vida y la vive como buenamente puede, pero lo que no podemos saber es cómo viven los demás su realidad y cómo sienten lo que viven.

jueves, 7 de mayo de 2015

La vida.

Por más que quieras: Tú siempre serás tú; con tus más, con tus menos. Con tus virtudes y con tus defectos... Y con tu pasado, sí, con tu pasado también. La cuestión es si quieres sentirte avergonzada de todo lo que hiciste mal en el pasado y todos los errores que cometiste o si prefieres hacerles frente; plantarles cara y convertir lo negativo en positivo, como en las fotos antiguas de cámaras analógicas de carrete.
Y es que, a veces la vida es como la fotografía, de tal manera que para poder ver lo positivo tienes que mirar a contraluz todo aquello que es negativo y, quizás de esa manera consigas encontrar algo de luz dentro de tanta oscuridad.

La vida es corta y nadie dijo que fuera fácil. Por lo tanto, no podemos estar continuamente huyendo de nosotros mismos ni de nuestros problemas ya que en algún momento, cuando menos nos lo esperemos, vamos a encontrarnos con nosotros mismos. Sí, y vamos a encontrarnos solos y sin nadie que pueda ayudarnos. Si seguimos echándonos basura encima y recuerdos negativos que solo abren antiguas heridas ya "curadas", probablemente no podremos seguir adelante y continuar nuestro camino pues, a veces, tenemos que afrontar todo aquello que nos duele para poder pasar página; tenemos que aceptar la realidad tal como es. Tenemos que jugárnosla y afrontarlo todo para cerrar el libro... sinceramente, desde mi humilde opinión, pienso que, en ocasiones, es mejor cerrar el libro y empezar uno nuevo desde el principio para que el pasado no influya en el presente de ningún modo.

Es así como concibo la vida: como un libro en blanco en el que vamos escribiendo nuestra biografía y sí, claro que habrá páginas que querremos arrancar y tirar o quemar pero ¿para qué? ¿No pensáis que es mejor subrayarla? Puede que sea mejor ponerle un bonito marca páginas a esas hojas que describan momentos terribles dentro de nuestra biografía para que nos recuerde, cada día, que lo superamos y que conseguimos seguir adelante a pesar de las piedras con las que nos tropezamos, a pesar de las espinas que nos clavamos continuamente en los pies y que nos hieren y se nos infectan.

Claro que quedarán cicatrices de esas espinas y de los tropiezos y caídas al suelo nos sollaremos las rodillas... y de las veces que nos caeremos en los socavones que nos encontraremos y que harán que nos hundamos. Claro que sí, quedarán heridas porque en eso consiste vivir; en pisar las rosas del camino y herirte con sus espinas y, después, pararte un tiempo a curarlas para poder seguir caminando.



martes, 25 de noviembre de 2014

Different.

Vivía contemplando la belleza que encontraba en la complejidad del amanecer, recogiendo entre sus manos puñados de arena para preguntarse de qué estará compuesta, mirando de cerca cómo caminaban, lentamente, los caracoles por la calle. Le gustaba madrugar, acercarse a la playa y descalzarse; le encantaba sentir el tacto de la arena bajo sus pies, notar cómo estos se hundían en la mezcla de rocas disgregadas. No dejaba de hacerse preguntas sobre todo lo que le rodeaba, sobre ella misma y sobre su papel en el mundo.
Disfrutaba de la lluvia como quien disfruta de una tarde de cine en buena compañía, disfrutaba de todo lo que otras personas no son capaces de disfrutar; del olor de la lluvia, de la sensación que le transmitía dejar que las gotas que caían del cielo resbalaran por su piel.
Se sentía realizada cuando alguien quería compartir con ella una canción, un escrito, una melodía, un libro, una fotografía simplemente para preguntarle qué era lo que ella veía en eso que le mostraban.
Se encargaron de decirle en cada lugar al que iba que dejara de hacerse preguntas y asimilara lo que estaba ya escrito, en los papeles, en las teorías, que dejara de ser diferente ya que lo diferente no está bien visto. Quizá por eso en algún momento decidió que no quería que nadie le dijera lo que tenía que hacer y que debía ser la única que eligiera por si misma su camino aunque ello significara fracasar muchas veces.
La única manera eficaz que existe para aprender es errar; ya, para la siguiente, sabrás dónde debes poner el pie para no caer por la alcantarilla.

https://www.flickr.com/photos/martaorteganavarro/
 https://www.flickr.com/photos/martaorteganavarro/

sábado, 22 de noviembre de 2014

Autumn

Cayó la noche aún siendo de día. Desde su cama podía ver, a través de su ventana, cómo caían las hojas de los árboles en ese día de Otoño tan frío. El color anaranjado del cielo escondido entre nubes negras anunciaba lluvia. Podía escuchar el viento azotar su ventana y el silbido tan agudo y breve como aterrador del aire entrando por debajo de su puerta. Sentía cómo el frío calaba sus huesos haciendo que crujieran uno a uno… desde sus nudillos hasta llegar a los huesos de sus tobillos creando una extraña percusión a la que no estaba acostumbrada. Hacía tanto frío que su corazón se había congelado. Sus sentimientos yacían enquistados en él desde hacía ya un tiempo por lo que si sacara su corazón de su pecho podríamos ver las micro roturas que hay en él y, así,  comprobar cuántos sentimientos guarda en silencio. Aunque intentó que su corazón se derritiera en las manos de alguna persona que la quisiera de verdad comprendió que ella era la única que podría fundirlo para poder hacer frente a su pasado mientras que los demás solo intentarían moldearlo cuan escultor para darle la forma de un corazón de verdad, de un corazón real, y que no se diferenciara demasiado del resto de corazones que habitan este mundo.

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